El 80% de la población solo considera que está expuesta al sol durante las vacaciones y los fines de semana y no entre semana al aire libre. Fuera de la playa y la piscina las precauciones para evitar las radiaciones se reducen. En días de verano realizando actividades cotidianas al aire libre tan solo el 42,2% se aplica crema protectora en la cara y el 20,4% dice no utilizar ninguna protección.

A pesar de que en el tramo horario entre las 12 y las 16 horas las radiaciones solares son más peligrosas, es precisamente en el que hay más personas que se exponen al sol en la playa (42,6%).


 

Franja horaria de mayor exposición

 

Las quemaduras en la piel debidas a los rayos ultravioleta son lesiones agresivas que de manera reiterada y a largo plazo (20-30 años) pueden derivar en un cáncer. La piel tiene memoria por lo que es fundamental evitar las quemaduras. Uno de cada cuatro consultados se quema la piel siempre o a veces. Este porcentaje aumenta cuando se delimita la edad al tramo de 16 a 24 años (38%).

 

Acostumbras a quemarte

 

La mayor parte de casos de cáncer de piel se deben a hábitos de exposición inadecuados durante la infancia y juventud. Es por tanto fundamental una buena protección en los niños y además educarles en hábitos de protección adecuada para que puedan continuar con esas medidas a lo largo de su vida. No obstante en los resultados se puede apreciar que la concienciación disminuye con la edad. Las vacaciones es el periodo del año en el que los niños están más expuestos al sol, sobre todo en playas (48,4%), piscinas (58,2%) y en la calle (41,8%) donde pasan la mayor parte del tiempo. Y a pesar de que la protección debe hacerse siempre, el 35% de los padres con hijos mayores de 10 años solo los protegen cuando calienta más el sol.

 

Proteger a los niños

 

A partir de los 10 años también se tiende a reducir algunas medidas de protección como el uso de gorra/ visera, ropa y sombrilla, el 72% utiliza el mismo fps que el resto de la familia, y se aplican la crema protectora cada 4 o 5 horas, o con menor frecuencia.

Un dato relevante en cuanto a hábitos durante la infancia es la baja percepción de riesgo en la exposición solar en el recreo. El 38% de los padres cree que la radiación que recibe su hijo es poco o nada alta y el 35,8% de los niños no utiliza ningún tipo de protección solar en este entorno.

Otro aspecto significativo es el uso de cabinas de bronceado que también son emisoras de radiación ultravioleta y exigen la aplicación de protectores. El 50% de las personas que hacen uso de las cabinas no utiliza ninguna protección o solamente gafas, y del total de encuestados el 10% percibe poco riesgo o ninguno para la piel, destacando un 31,9% que desconoce si existe algún riesgo.

 

Uso de cabinas de bronceado

 

En resumen, una protección adecuada y constante frente a las radiaciones solares reduciría la incidencia de cáncer de piel. Sin embargo, la mayor parte de la población encuestada toma el sol entre las 12 y las 16 horas, se sigue quemando la piel cada año o utilizan crema con fps 25 o menor. Respecto a la protección de los niños se aprecia un olvido de las recomendaciones a medida que se van haciendo mayores. En términos generales los encuestados son conocedores de los consejos de protección solar pero no son plenamente conscientes del riesgo que supone no aplicarlos.